Los trastornos de conducta son un concepto muy amplio que incluye diversas alteraciones y modos de comportamiento que afectan a la manera que los pacientes tienen de relacionarse consigo mismo y con los demás y que tienden a ser persistentes.
Son formas de comportamiento significativamente diferentes de las consideradas normales por una determinada cultura sobre cómo deben pensar, sentir y relacionarse los individuos. La desviación suele estar profundamente arraigada en el enfermo y suele abarcar varias funciones psicológicas y de comportamiento. Puede ir acompañado por dificultades de adaptación social.
Algunas de estas alteraciones pueden ser resultado de experiencias vividas, pero muchos de ellos están relacionados con enfermedades físicas o psíquicas.
Los trastornos de conducta pueden iniciarse en edades tempranas o bien ser consecuencia de la vejez y las enfermedades relacionadas con ellas como la demencia senil o el Alzheimer.